Moscú es una ciudad inmensa en la que uno puede encontrarse de todo. Restaurantes privados instalados en casas donde durmió Napoleón, taxistas armenios que al oír hablar de España dicen «Real Madrid, Raúl», mafiosos elegantes que se consideran asirios, camareros de Tayikistán que te hablan en español… Incluso niños disfrazados de Stalin que te piden dinero si quieres hacerte una foto con ellos.
Lo que no imaginaba que me encontraría aquí era a una encantadora española haciendo la vuelta al mundo mientras lo cuentan en un blog de Cruzcampo. Ha sido compañera nuestra en el albergue donde estamos alojados, y se vino al Instituto Cervantes de Moscú con nosotros para después sorprendernos con este vídeo.
Un abrazo fuerte a Meritxell. Suerte en el resto del viaje. Te seguiremos en tus aventuras.