Para Iria Márquez
Inquietos se deslizan estos dedos
buscando servilletas en la mesa
para evitar tu mano, que no cesa
de causarme sin pausa mil enredos.
Y entre miradas, puedos y no puedos,
comprendo que tu boca no se expresa
con calma, para así no quedar presa
de luchas con fantasmas y otros miedos.
Juro que intentaré ser consecuente
con lo que me has pedido, aunque se iguale
mi ardor con el mejor de los cantares.
Pero entiende que es duro ser paciente
mientras tu risa fresca me regale
margaritas de pétalos impares.
(Nota: Este poema puede encontrarse en mi poemario “Penúltimo momento“)
Me encantan las margaritas y es muy dulce est poesía
Pero que bicho me han puesto de fotos,soy neófita en esta cosas y poe eso me pasan estas cosas jajajaj